Arduino: ¿Qué es y por qué es genial?

Hace poco compré una placa Arduino Uno. No es más que una pequeña placa de circuito impreso con un microcontrolador y una serie de interfaces y protecciones, que la convierten en una herramienta lista para interactuar con otros elementos exteriores (a diferencia de si obtuvieras el microcontrolador por separado).

Para el que no lo tenga claro, un microcontrolador es un chip en el que se pueden cargar programas y que puede interactuar con otros elementos electrónicos conectados a él, como una pantalla, un motor o luces. Los microcontroladores son importantísimos en el mundo de hoy en día ya que una gran mayoría de aparatos electrónicos tienen uno. Se encargan por ejemplo de realizar los cálculos necesarios, encender las luces que corresponda, contar intervalos de tiempo o hacer funcionar el mecanismo de una impresora o un ascensor. ¿Te creías que las máquinas funcionaban solas? Pues no, hay un elemento que se encarga de administrar y dar instrucciones.

Volviendo al tema, la placa Arduino incorpora un microcontrolador ATmega328, capaz de ejecutar los cálculos y tareas que desees. La gran ventaja de la placa es que funciona directamente con tenerla conectada por un cable al ordenador y que el micro es bastante sencillo de programar. En lenguaje que se usa es simple pero eficaz, basado en lenguaje C. En la universidad estamos trabajando con el Motorola ColdFire 5272, que ofrece muchísimas más posibilidades a costa de ser todo un desafío programar para él.


Por tanto, cualquier persona que tenga alguna idea de un lenguaje de programación podrá manejar una Arduino inmediatamente.

Pasando al tema electrónica, se puede comprobar que también es muy sencillo de cara al usuario novato. No es necesario saber casi nada de electrónica para poder empezar, de hecho creo que debería enseñarse en los institutos. La placa por sí sola no sirve de nada, sino que se trata de que interactúe con componentes externos. Tus creaciones estarán limitadas por los componentes que tengas (lo cual se soluciona yendo a la tienda) y por tu imaginación.

Hablando de costes, sin duda es una de las alternativas más baratas. Esto es porque es libre, no está protegido por patentes de ningún tipo, las especificaciones de su montaje interno son públicas y cualquiera puede desmontar y usar los compontentes como le plazca. En la propia página web te explican incluso como construirte una placa Arduino por tu cuenta, sin tener que comprarla ya hecha. Esto es lo que se conoce como Hardware Libre, un término que gracias a esta placa se empieza a escuchar más.

Yo la compré en Amazon.co.uk por aproximadamente 22 libras, y ese ha sido el único gasto significativo porque la mayoría de componentes electrónicos que he necesitado más adelante son realmente baratos (del orden de céntimos generalmente salvo algunos euros para placas de inserción). Los micros por separado son más baratos, pero no tienes las comodidades que te ofrece el resto de la placa. Probablemente si localizas una tienda que venda Arduinos la consigas más barata, o comprándola en uno de los distribuidores que aparecen en la página oficial.

Y bueno, a pesar de todas las ventajas teóricas que ya he expuesto, es genial porque puedes conseguir lo que te pretendas. Los únicos obstáculos para fabricar cosas sorprendentes son tus conocimientos de electrónica y, como he dicho antes, tu imaginación. Además, los conocimientos de van adquiriendo.

En definitiva, la Arduino es una placa perfecta para ir empezando, mejor que otras porque es muy versátil y tiene una comunidad enorme en Internet. Basta buscar en YouTube para encontrar demostraciones de proyectos asombrosos. Además, también puede usarse para aplicaciones profesionales sencillas, ya que para aplicaciones más complejas probablemente se quede corto.

Para un estudiante de teleco como yo es muy útil. En la universidad tratamos con complejos sistemas, nos ponen delante de páginas y páginas de código y nos saturamos con miles de registros y componentes. Arduino es lo totalmente opuesto, ya que es muy fácil de manejar y escribir un programa puede ser cuestión de minutos. Esta sencillez implica también menos posibilidades en comparación con otros micros avanzados, pero es más que suficiente para aplicaciones "caseras" en las que perderte con los detalles de la programación es lo que menos te apetece. Lo que quieres es pasar a la acción y ver resultados, sin contar con la satisfacción que te produce que funcione con éxito.

Ahora mismo estoy con un pequeño proyecto entre manos, un ecualizador con una pantalla de LEDs controlado por la señal de audio del ordenador. En cuanto lo tenga relativamente avanzado escribiré sobre ello.